Según la OMS, el oído es un órgano que se limpia solo, por lo mismo, no es necesario que usemos una limpieza activa en ellos. En es sentido, la Organización Mundial de la Salud aconseja que los oídos se limpien por fuera, es decir que, el uso de agua u objetos para la limpieza de oídos debe realizarse solamente si personal médico lo indica.
Entonces ¿Cómo limpiar los oídos de los niños? Aquí te brindamos algunos consejos para hacerlo.
Evita introducir hisopos o bastoncillos en las orejas de tu hijo
El uso de hisopos, aunque bastante popular, no está recomendado para la limpieza de oídos ni para niños ni para adultos. El mal uso de estos puede ocasionar que se empuje el cerumen del oído hacia adentro, lo que podría provocar infección de oído o incluso cerebrales.
Lo que se puede limpiar es la parte externa del oído. Aunque esta tiene un sistema propio de autolimpieza. En ese sentido, si hay que limpiar el cerumen de los niños (incluso en adultos) hay que quitar solo aquel que sea visible, es decir el que salga del meato auditivo hacia el exterior.
La forma más simple de limpiar el oído de niños
Como lo que hay que limpiar es la concha auditiva, es decir la parte visible del oído, lo que se puede hacer es aprovechar el momento del baño, o el lavado de cabeza del bebé o niño para asear esta zona. Basta con limpiar con un poco de agua y jabón (sin que entre al canal auditivo) y luego secar con una toalla para que el oído este limpio.
¿Qué hacer si mi hijo tiene tendencia a formar tapones de cera?
Incluso en este caso, es desaconsejable el uso de hisopos. El pediatra a cargo del niño será quien prescriba el mejor tratamiento. Generalmente, se aconseja una solución en gotas que se aplique cada cierto tiempo en el oído del niño, gotas removedoras de cerumen, en otros casos se puede prescribir una visita al médico cada 6 o 12 meses para que se extraiga el tapón de cerumen.
¿Qué es y por qué es necesaria la cera en el oído?
La fabricación de cera, en los oídos, es un proceso perfectamente normal y el oído está diseñada para cumplir una serie de funciones. Por ejemplo, gracias a ella el conducto auditivo tiene un revestimiento a prueba de agua, lo que protege a aquel y al tímpano del ingreso de gérmenes que ocasionen infecciones. Además, esta es capaz de atrapar la suciedad, entre otras partículas por lo que impiden que el tímpano se dañe.
La cera de oído, conocida como cerumen se puede eliminar por sí misma, desprendiéndose del oído exterior cuando nos bañamos, por lo que no es necesario extraerla con agentes extraños como hisopos. De hecho, a menos que cause molestias, como dolor u ocasione la disminución de la audición, no es necesario quitar el cerumen del oído. Es más, si esto llega a hacerse, debe ser bajo la supervisión de un pediatra.
Fuentes:
https://www.who.int/features/qa/81/es/
https://www.infosalus.com/salud-investigacion/noticia-hay-limpiar-oidos-ninos-20171012091442.html